31 de octubre de 2020

HISTORIA DE MIEDO

 HISTORIA DE MIEDO (basada en hechos reales, los personajes y acontecimientos aquí narrados reflejan fielmente la realidad)

Cuando tenía 13 años, haciendo el "borinot" me caí al río seco desde el puente de hierro que había en el barrio de la guinea. Para los que no sois de Castellón, el río seco, como indica su propio nombre, no lleva ni una chispita de agua, excepto cuando la gota fría, pero eso ya es otra historia que también da miedo, a veces.
Sigamos. Jugando a funambulista me caí. Recuerdo que todo ocurrió a cámara lenta y me dio tiempo a pensar, "Joder(perdón por el taco, yo era mal hablada en aquellos tiempos, pero poco, solamente cuando pensaba que me iba a morir), qué manera más tonta de morir". Intenté agarrarme a la barandilla del puente pero no pude y me precipité al vacío. No sentí dolor cuando me estrellé contra el fondo pedregoso del rio porque me había desmayado durante el "vuelo", "viaje"...
No sé que lesiones me produje, nunca fui al médico. Es que eso presuponía tener que contar en casa lo que me había pasado y quise evitar los gritos y castigos de mi madre. Sufrí dolor de costillas y anduve coja unos dos meses. Pero yo, cabezona, seguí sin decir nada y robaba aspirinas del botiquín cuando el dolor arreciaba.
Han pasado más de cuarenta años y, ahora, cuando, por las noches, atravieso las paredes para ir a beber agua o al servicio, no puedo evitar pensar si, por una de esas paradojas de la vida, acaso yo no sobreviviera a aquella caída.
Por favor, os ruego que mañana, cuando visiteis el cementerio me busquéis entre las tumbas y me hagáis saber si hay alguna con mi nombre. Aquello ocurrió en la primavera del1977, no recuerdo el día.


29 de mayo de 2017

Malditos sean los vientos

Llevo encadenando despedidas desde la niñez y el alma se me resquebraja con cada latido desesperado. Decir adiós sin esperanza te marmolea la piel en lápida solitaria, que la tristeza es eso: soledad.
Las lágrimas no han aprendido a contenerse o a convertirse en sal y siguen creando ríos asustados en los surcos de un ocaso indeseado. Las manos se contraen, la espalda se quiebra y los hombros se cierran hacia delante cubriendo lo que me queda de corazón.
Río, sonrío a todas horas para que no se me adivine la tristeza que habita en la curva de los labios y en la bruma de unos ojos que siguen viendo a los que se fueron, obstinados, tercos y opacos. malditos  los ojos que se mienten a si mismos, inventando fantasmas, dibujando, dibujando, dibujándote en otros rostros. Malditos los rostros que nunca son los que no espero. Malditas las voces que ya no recuerdo. Malditos los abrazos, malditas las palabras y malditos los silencios que son todo lo que tengo. Maldita sea la vida y malditos sean todos los vientos.

2 de febrero de 2016

Invierno

El invierno cubrió de blanco sus cabellos y lo disimuló con tintes de mercadillo. La piel convirtió sus arrugas de expresión en aterradoras grietas que presagiaban un derrumbe próximo e inevitable. Ella las cubrió con afeites baratos pero abundantes. Las ropas desgastadas apenas le proporcionaban abrigo, mucho menos prestancia. Cada día le costaba más acicalarse, para ganar tiempo renunció, primero, a cepillar cien veces su melena, después se dejó de peinar. Se perfumaba exageradamente con colonia de bebé para contrarrestar el aroma de los años.
Bajó como cada día a sentarse en su banco favorito, al lado del sucio contenedor que la protegía del viento arrasador cuando soplaba desde el norte. El frío le encogía los gastados huesos, le quemaba las embadurnadas mejillas y le cortaba los labios resecos por falta de boca a quien besar.
El banco, ese día, estaba ocupado pero no le importó. Se sentó al lado de un viejo pintor de dedos entumecidos a quien el invierno, hacía ya mucho tiempo, que le impedía pintar. El viento vino a soplar con tanta fuerza que el viejo sombrero de fieltro apolillado salió con gracia de su cabeza cayendo sobre el regazo de la vieja señora. Ella, con temblorosa mano, se lo ofreció dulcemente. Sus ojos cansados de mirar se encontraron a mitad de camino, él viejo sonrió y la primavera reconfortó sus viejas almas. Se tomaron de las manos y el frío invierno se alejó para siempre.

25 de enero de 2016

El funambulista

El funambulista sobre el vacío, tan lejos del ayer como del mañana. Jugando el juego de la vida, sin saber que la vida llevaba la baraja marcada. La pértiga le aseguraba el control del equilibrio y el infeliz sobre la cuerda cada vez más floja, cegado de ego, bailaba con el viento la danza del cortejo. Sólo quería jugar, un abrazo, un baile nuevo, un baile más, para volver después a la plataforma de sálida. El equilibrista miró, sin querer, a los ojos del viento. La certeza enfrío sus brazos y sus piernas y el invierno paralizó su danza ingenua. Sólo quería jugar no quedar preso del juego. Quiso huir, escapar raudo del cielo y ya no pudo volver a deshacerse del juego. Ahora ya sólo hay un funambulista congelado de miedo porque no pudo evitar enamorarse del viento.

21 de diciembre de 2015

LA LUCHA

La lucha fue apocalíptica y larga, muy larga. Durante agotadoras semanas no se podía vislumbrar cual sería el vencedor ni quien iba a perder en esta contienda. Ambos utilizaron todas las armas que tenían a su alcance. El cansancio mermaba sus fuerzas, tan igualadas, por otro lado. Pelearon limpiamente hasta casi el final. Hubieran podido aguantar incluso meses o años la gran guerra. Resistieron valientes como soldados entrenados en mil batallas. El día amaneció especialmente gris y frío, presagiando el cruel destino para uno de ellos. Ocurrió entonces, en medio del juego del odio y el rencor, sin siquiera un atisbo de compasión. Le arrojó, a traición, una simple palabra en el centro del corazón y esa herida fue mortal.El poder de nuestras palabras

22 de diciembre de 2014

Feliz Navidad.

A todos aquellos que son capaces de amar sin mentir. 
A los sinceros. 
A los que comparten sin mezquindad. 
A los generosos. 
A quienes no tienen prejuicios ni causan dolor. 
A los altruistas. 
A quienes respetan a todos los seres humanos. 
A los bondadosos. 
A los que protegen a los animales y cuidan del planeta. 
A los entregados. 
A quienes anteponen la amistad a cualquier ambición bastarda. 
A los amigos. 
A todos aquellos que trabajan por la paz. 
A los topos.

A todos, 
BIENVENIDOS a mi vida.

2 de diciembre de 2014

Grita / Crida

Grita-Crita es el título de un libro de microrrelatos en el que varios autores participamos para luchar, contra la violencia de género, con nuestras armas: las palabras.
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema. No seas indiferente y salva la vida de una mujer, podría ser tu hija o tu hermana.


Participo en este microrrelatario con un microrrelato titulado 'La Bestia".


Os indico la dirección y un enlace por si queréis adquirir el libro.

16 de noviembre de 2014

Un cuento por amor

Te escribiré un cuento en el que podrás vivir eternamente para encontrarte siempre que lo lea.

22 de agosto de 2014

La Memoria de los Topos

La memoria de los Topos es mi próxima novela.

Si quieres saber más sobre sus personajes, la ciudad o la época en la que está ambientada (Guerra civil española 1936-1939) visita su blog:  http://lamemoriadelostopos.blogspot.com.es/

Pregunta lo que quieras y te responderé enseguida.
También puedes contarme tus propias historias sobre aquella época.

Si has leído la novela puedes dejar tu opinión.

Gracias lectores.

13 de agosto de 2014

Soledad

Que triste haber perdido nuestra parte animal por desarrollar solo la humana....con ello perdimos el calor de la manada.

28 de junio de 2014

La vida es...

La vida no es feliz o desgraciada, ni sirve tampoco eso de que mi vida es un desastre o que buena vida tengo. La vida es solo pasar los días sin morirse, es la suma de los años a partir del día que naces hasta que ya no estas, ni eres... La vida es solo un año tras otro con todas sus semanas y todos sus días. La vida es solo vida, ni buena ni mala, un trascurrir de horas limitado, finito, siempre breve....
Ahora amigos, de nosotros depende vivir con la alegría como compañera, porque esa sí, esa es cosa nuestra. Solo depende de nosotros el ser personas alegres o tristes que viven su vida. La piedra en el camino es siempre más ligera y pequeña para los optimistas y si el camino es tortuoso y difícil ellos lo convierten en una aventura maravillosa o en retos y metas que superar con éxito. Busca solo compañeros y compañeras que te aporten alegría o paz depende lo que necesites. Aléjate de los que buscan siempre robarte la poesía y la sonrisa....
La vida es solo momentos que vosotros, amigos, habéis de llenar de memorias felices. La vida no significa nada, vivir es lo que importa.

1 de mayo de 2014

El empresario

Andaba de capa caída el orondo empresario, ignoraba el pobre hombre el motivo de la bajada de beneficios. Buscaba y buscaba un error de cálculo entre las cifras que le presentaba el contable pero no lo encontraba. novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve (999.999), ya podía sumar o multiplicar de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo que seguía sin cuadrarle la contabilidad. Había perdido su precioso millón de beneficios anuales, ya no ganaba un millón de euros al año.
Por supuesto la culpa sería de los empleados, hay uno que esta semana traía un bocadillo de jamón para almorzar en vez de la mortadela de costumbre, le vigilaría pues seguro le robaba de la caja.
Otro estrenaba pantalones, el empresario se había fijado en que ya no llevaba el parche sobre la rodilla. Realmente si se fijaba bien todos los empleados mostraban mejoras de ese tipo.
El empresario se desesperaba pensando en los beneficios perdidos y vigilaba constantemente a todo el mundo.
Su secretaria se había cambiado las gafas constató frunciendo el ceño enojado y el guardia de noche enseñaba a todo el que quisiera mirar su hermoso nuevo tatuaje.
El empresario sospechaba de todos y cada uno de ellos. Alguno de sus empleados le robaba, el hombre se lamentaba paseando de un lado a otro de su enorme despacho balanceando su enorme abdomen al compás de su creciente ira. Su rostro enrojecido reflejaba el odio más absoluto por todos ellos, malditos pobres.
-Malditos y un millón de veces malditos- refunfuñaba mientras daba órdenes de que se les bajara el sueldo a todos por pérdida de beneficios.
Firmó la orden con su pluma de oro y, al volver a colocarla en su bolsillo sus dedos rechonchos tropezaron con una moneda de euro que se colaría por descuido en los pliegues de la tela de seda de su camisa.
Sacó el euro y lo observó despacio, después miró los documentos que acababa de firmar y que el contable estaba guardando ya en su maletín y, sin ningún tipo de pudor,  se dió la vuelta saliendo de la fábrica con una sonrisa de oreja a oreja que realzaba aun más si cabe su grasienta papada.
¡Uf! Por poco se arruina.

12 de abril de 2014

Reflexión Personal

Paso un momento por aquí para desearles que la vida no les sea demasiado dura y si lo está siendo utilícenla para construir puentes.
Deseo  que sepan siempre dónde está su hogar y el lugar al que pertenecen, si no lo saben con la mente escuchen a su corazón, el hogar es dónde habitan las personas que los aman.
No hagan daño a nadie pero menos que a nadie a quién los ama sinceramente y sin condiciones, el orgullo o la ira pueden llevar a infringir un dolor  que no desaparecerá con el arrepentimiento ni con el perdón, el dolor siempre tiene memoria.
Miren a su alrededor y den lo mejor de si mismos a quienes los necesiten, la felicidad de dar y compartir es la felicidad más pura y la que más tiempo se mantiene en el corazón.
No piensen solo en ustedes mismos, es el mejor camino hacia la soledad.
Quien no sea capaz de amar nunca podrá ser amado.
Sean prudentes con las decisiones que tomen, toda acción conlleva una reacción directamente proporcional a la cantidad de bondad o egoísmo que invirtieron en el movimiento.
Vivimos épocas convulsas y tiempos difíciles sin pensar que ni las épocas ni los tiempos tienen ningún poder frente a las personas que son las únicas que pueden hacer la paz o la guerra, dónde las personas de paz se unen no caben guerras, dónde las personas generosas se unen no caben las miserias.
El amor es el único poder capaz de vencer al odio.

13 de marzo de 2014

El Naranjo

Esperaban con impaciencia al vendedor de semillas, cómo cada lunes el hombre montaba su puesto ambulante en el mercado de la ciudad y colocaba su mercancía con gran esmero.
Primero colocaba los cuencos de porcelana de vivos colores, cuál un pequeño ejercito en perfecta formación, sobre la mesa cubierta de un mantel de seda verde y filigranas bordadas en hermosos hilos dorados. Seguidamente las etiquetas identificativas de los productos diseminadas por la mesa sin orden ni concierto,  el nombre y una foto de la planta para los curiosos aprendices de jardinero que querían saber en que se convertirían sus semillas después de sus amorosos cuidados.
A su espalda el hombre colocaba los plantones de árboles frutales, para los aburridos que necesitaban ocuparse en algo a largo plazo y así estar entretenidos más tiempo.
A su derecha las plantas para los impacientes que no podían esperar la natural evolución de las semillas y querían tener resultados visibles desde el primer día.
A la izquierda las flores exóticas, para los arriesgados que necesitaban retos en su vida, pues es sabido que son más difíciles de mantener en climas diferentes al original.
En un rincón y cubiertas por finos velos transparentes coloca las plantas aromáticas para los románticos que buscan rodearse de aromas embriagadores para ayudarse a soñar.
Andrea llegó ese día al mercado en busca de un limonero, que se acercaba el verano y quería la joven beber limonada fresca de limones recién recolectados y exprimidos, atraída por los mil aromas que embargaban todo el mercado.
Guardó su turno frente al vendedor sin hablar con nadie y, cuando le llegó su turno, pidió amablemente un árbol ya crecido pues no quería esperar.
-No- contestó el semillero con firmeza,  -no funciona así-
-Quiero un limonero adulto, por favor señor- pidió humildemente la joven. -Quiero hacer limonada en verano-
-No, así tampoco. Vuelve otro día cuando sepas cómo debes hacerlo-. El hombre la ignoro y atendió al siguiente en la cola.
Andrea se quedó anonadada, no entendía nada de nada. Había sido educada y paciente, esperó su turno con alegría y no la quisieron atender. Salió del mercado  despacio, todavía asombrada y se dijo que no volvería nunca más.
La semana siguiente la curiosidad pudo más que el enojo y Andrea volvió al mercado, oculta tras una parada de sombreros espiaba las idas y venidas de los clientes del extraño semillero. Las personas se acercaban al vendedor y le miraban fijamente a los ojos durante unos segundos, después decían una sola palabra y el hombre tomaba una planta o unas semillas y el comprador escribía algo en un papel que depositaba en uno de los cuencos vacíos.
Andrea, cada vez más extrañada, volvió sin darse cuenta a colocarse a la cola frente al puesto de plantas y cuando llegó su turno miró fijamente a los ojos del semillero y susurro con gran nerviosismo:
-No sé- sosteniendo la mirada escrutadora del hombre y, muy a su pesar, una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Ahora sí- sentenció sonriente el semillero y envolvió con delicadeza un precioso naranjo en flor. El aroma de azahar envolvió a la joven cuando tomó el árbol de las manos del vendedor y al rozar sus dedos, ásperos de trabajar la tierra con devoción. sintió todas las carencias de su vida, un amor sincero, una familia amorosa, amigos leales, alegría, felicidad. Quiso preguntar ¿porque un naranjo? pero lo comprendió inmediatamente y no preguntó.
-Debes escribir tu nombre y numero de teléfono, dejarlo en el cuenco de naranjos y a la vez tomar uno de los nombres que esperan y si tienes algún problema con tu árbol llamas y un compañero te ayudará con su experiencia, cuando sea a ti a la que llamen debes responder y compartir.
Andrea supo que ya no estaba sola cuando salió del mercado con su pequeño árbol en flor, aspiró el olor a primavera y sintió ganas de vivir.


27 de febrero de 2014

El escritor




El escritor se sienta cada noche y aporrea las teclas creando una sinfonía de nombres, adjetivos y verbos entrelazados con la suavidad de los artículos, adverbios y pronombres. El hombre es sólo la herramienta que el libro necesita para componerse a sí mismo, una letra, otra letra y otra y así sucesivamente se edifican las palabras que unas con otras forman los más bellos edificios: los libros.
Los libros empiezan cuando un sueño o pensamiento atraviesa el corazón de un escritor obligandole a imaginar la historia y en su mente cobran forma los paisajes y personajes que se entrecruzan sabiamente para crear una emoción en el sistema límbico del lector en el que dejara una huella perenne en forma de memoria. Y el libro cobra vida cuando alguien lo lee y no cuando se le escribe pues un escritor está siempre al servicio de su historia y no al revés.
El escritor escribe y escribe sin sentir el dolor de sus dedos entumecidos de golpear las teclas con nombres de letras minúsculas, mayúsculas, comas y puntos que interpretan sólo para él la sinfonía creadora de sueños y esperanzas, de miedos y de amores porque el escritor no lo sabe pero todo le fue susurrado desde el principio de los tiempos, todos los sentimientos y las razones, todos los pensamientos e historias que pertenecen a los hombres , los verdaderos actores de la vida.
Se repiten siempre las mismas emociones desde el principio del hombre, las mismas historias, pero los hombres cambian por su naturaleza mortal pero los sentimientos perduran, el amor, el odio, la ira, los celos son siempre los mismos pues la brevedad del hombre no les permite evolucionar y adaptarse o cambiar.
El escritor dota a sus personajes del libre albedrío pero conjuga hábilmente las letras de su destino porque él controla la historia y sólo él conoce el final.
El escritor teclea la palabra FIN y cesa el repiqueteo incesante del teclado pero no firma el libro porque sabe que ya no le pertenece, ahora el libro se pertenece a si mismo y al lector para el que fue escrito.
El escritor intenta descansar pero un pensamiento minúsculo atraviesa el espacio de su mente e imagina un paisaje y un rostro, coloca un folio en su vieja maquina y todo vuelve a empezar, así ha sido siempre desde el inicio del tiempo.